La Internet, en este sentido, tiene un rol fundamental en la
recuperación económica de los países latinoamericanos post COVID-19, la
transformación digital será clave para maximizar sus beneficios y habilitará
una región con más capacidad de adaptación ante los desafíos de los años
venideros.
Las inversiones realizadas por los operadores de
telecomunicaciones permitieron garantizar la resiliencia de una red que, desde
comienzos del 2020, cuando la mayoría de las actividades cotidianas migraron
forzadamente al mundo digital, jugó un papel fundamental para mantenernos
conectados. Es oportuno recordar que a pesar de los grandes aumentos en el
tráfico (alrededor del 40 por ciento superior a lo habitual), así como el
cambio en los patrones de consumo, las redes estuvieron a la altura de este
papel histórico.
Según el último reporte de las Tendencias digitales en la
región de las Américas (UIT 2021), el 95.5 por ciento de la población cuenta
con cobertura de al menos una red 3G, sin embargo, hay en las zonas urbanas un
25.6 por ciento de los habitantes que no utilizan la internet y esto se acentúa
en la zona rural, donde este porcentaje asciende a 50.1 por ciento. La
universalización del servicio de internet merece una reflexión pausada, que
permita identificar cuál es la causa raíz de la persistencia de las brechas
digitales y, de esta forma, instalar las políticas públicas y regulatorias que
procuren su solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario